ORÍGENES DEL RACISMO Y DISCRIMINACIÓN.
El
racismo como forma de discriminación es un fenómeno cuyos orígenes se remontan
a tiempos pasados, Christian Delacampagne en «Racismo y Occidente», nos dice
que Occidente falto de un mito de los orígenes sólido, busco coherencias que
explicasen su personalidad colectiva en base a unas esencias y unas raíces
homogéneas, inventa en cada momento histórico diferentes formas de
predestinación a la más alta condición humana, que comportarán, de vuelta, la
reducción a la inferioridad a las culturas y pueblos milenarios de su entorno y
de mas allá.
En la
cultura grecolatina se delimita al bárbaro (extranjero), se legitima
la esclavitud y se excluye a la mujer de los roles activos en la
sociedad. Son las primeras formas de mentalidad racista que se acompañan al
mito de que la creación del pueblo griego se realizó sin la intervención e
influencia de ninguna cultura anterior. Se atribuye a su origen masculino,
hecho que centra las construcciones racistas y legitima la discriminación
sexista. Desde entonces racismo y sexismo fueron unidos.
En la
Edad Media, la mentalidad racista se apoya en la religión, la pertenencia a la
cristiandad será un factor que indicaba pertenecer a la única religión
verdadera y de ser parte del pueblo elegido. Aparecen los conceptos de pagano y
el de infiel si fuera, y los religiosos se arrogan la decisión de imponer la
necesidad de sumisión y conversión de los otros pueblos paganos y otras
religiones infieles, si fuera necesario con la espada. Hubo cruzadas e
inquisición, el musulmán el Infiel; la mujer el cuerpo del pecado y la
concubina el diablo que hay que exorcizar o controlar.
Enfrentamientos
de causa económica, social o política se han justificado muy eficazmente con el
disfraz de la diferencia racial, encontrándose tanto ejemplos de racismo
ideológico como racismo en actitudes y comportamientos, fenómenos que se han
dado con frecuencia se han dado han sido ligados al racismo, el enfrentamiento
religioso.
Los
conflictos con aspectos de naturaleza racista más importantes de la Historia
en España tuvieron relación con la religión y tienen claras
expresiones racistas. Para los reinos cristianos, en la Reconquista, iban
seguidos de repoblación, con los que se lograba una limpieza étnica, y
cultural.
En la
España árabe del Al- Andalus (la actual Andalucía) las divisiones sociales superponían
a la escala de riqueza una concepción del origen familiar basada tanto en el
origen étnico como en la religión: ponía en la cúspide a los de origen árabe,
seguidos por los procedentes de Oriente Medio, los beréberes del norte de
África, los muladíes musulmanes de origen hispano, y otros pueblos. Era pues
una clasificación Racista.
El
deseo de arabización incluía la admisión de componentes religiosos,
lingüísticos, culturales e indudablemente raciales. Las clases dirigentes
reivindicaban o incluso inventaban ancestros árabes. Durante las épocas
críticas con intensificación del integrismo religioso, como ocurrió durante el
dominio almorávide, las represiones se incrementaron contra los muzárabes, por
lo que se producían emigraciones masivas a los reinos cristianos del
norte peninsular, que después volvían con los ejércitos cristianos en
conquista.
Con el descubrimiento del Nuevo
Mundo, el encuentro con los nativos al que con presunción llamaron salvaje,
aumento de manera firme la obtusa mentalidad occidental racista. Afirmando
superioridad étnica, de muy superior tecnología la del hombre blanco y se
decidieron a una labor civilizadora y la misión salvadora de almas, aunque al
principio se les atribuyo estaban desprovistos de ellas.
El
continente americano fue un buen pretexto para establecer la doctrina racista.
El tráfico con esclavos negros, las encomiendas de indios que se
transformaron en un sistema de trabajo forzado para los encomendaderos
coloniales, y las plantaciones y minas en base de esclavitud crearán la base de
una sociedad fuertemente clasista y racista. Las evidentes diferencias
religiosas, de culturas y costumbres unido al color de la piel fueron unas
características físicas en los que de apoyaba la discriminación: Eres negro,
eres indio, eres mestizo, eres diferente, eres nada, humano inferior, nos
perteneces tu y tu vida, necesitas de nuestra protección, te daremos un trabajo
de esclavitud de por vida y tendrás que adorar a nuestro Dios. Tal es nuestra
misión sagrada que nos ha sido encomendada.
Con
la revolución industrial y la total expansión colonial de siglo XIX, una
ola racionalista y científica, basada en los precedentes del movimiento de
libertad y humanismo de la Ilustración Francesa, se atribuyó atribuir
fundamentos biológicos a las diferencias étnicas y culturales entre los
pueblos, en el contexto general del evolucionismo, los racistas defenderán la
base genética para advertir las diferencias entre razas superiores e
inferiores, proponiendo como modelo el desarrollo tecnológico “desarrollados y
subdesarrollados”.
El
racismo basado en el beneficio interesado, yde la ideología de su egoísta
dominación sirvió para legitimar la servidumbre del dominado en función de sus
características propias y permanentes. El hombre occidental será en su
imaginación el sujeto y organizador del mundo y primer actor de la Historia,
mientras que el dominado lo miraban como objeto pasivo, estigmatizado en
generaciones, sin proyecto colectivo; sólo servirá como elemento de conversión
dogmática, de explotación o de eliminación si no interesa a los planes de la
raza pretendida como superior.
Cuando
el subyugado, reclama justicia e igualdad, cuando el grupo discriminado compite
por los mismos recursos o puestos de trabajos, surge el grupo dominador, exigiendo
sus presuntos derechos, y se renueva la doctrina y la ideología racista. Cuando
los países occidentales están inmersos en crisis económicas, con elevado
porcentaje de población en paro y con una fuerte oleada de inmigración de otros
países, que se acentúan los brotes racistas que aprovechan los partidos de
derechas para hacer apología del inmigrante, de claro fondo racista
basadas en crueles ideologías xenófobas.
Con el colonialismo se impuso
al Tercer Mundo un modelo de desarrollo propio de la cultura occidental, un
modelo de sobreproducción intensiva. Y como resultado estos países entraron en
la regresión económica, en la pauperización de la sociedad y también en guerras
intestinas, seguidas de guerras, hambrunas, destrucción de culturas.
Ahora, Europa
y Norteamérica sufren una presión inmigratoria de millones de personas que
huyen de sus países y buscan en el paraíso europeo un bienestar y un posible
desarrollo económico. Europa reacciona reduciendo la inmigración con medidas de
control fronterizo y con dificultad de conseguir la residencia o contratos
laborales legales. Los empresarios se benefician al conseguir mano de obra
barata lo que beneficia el sistema económico al abaratas los costes, estimulan
la economía y los peores trabajos que nadie quiere van a parar a manos de los
inmigrantes. El racismo y la xenofobia continúan en el Siglo XXI.
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